lunes, 6 de mayo de 2013

CLOUD ATLAS

    Cloud Atlas o El atlas de las nubes; es una película de ciencia ficción escrita y dirigida por Tom Tykwer y los hermanos Andy y Lana Wachowski y está basada en la novela homónima de 2004 escrita por David Mitchell y fue estrenada en Estados Unidos el 26 de octubre de 2012.
     La película se compone de seis historias interrelacionadas y entrelazadas que llevan al espectador desde el Pacífico Sur en el siglo XIX, hasta un futuro post-apocalíptico. A diferencia de la novela original, la película se estructura, de acuerdo con el novelista David Mitchell, "como una especie de mosaico puntillista: Nos mantenemos en cada uno de los seis mundos sólo el tiempo suficiente para que el gancho se hunda, y de ahí que los dardos de la película de un mundo a otro vayan a la velocidad de un plato giratorio, revisando cada narrativa durante el tiempo suficiente para impulsarlo hacia adelante ".
     Este es un proyecto de una ambición enorme como no se ha visto en años. El capricho del autor de turno a veces permite que la solemnidad se tolere y la pobreza ideológica sea sostenida en pos de la aventura fílmica, no obstante de frente a esta épica cinematográfica es lo primero lo único que se ve, es el árbol que no deja ver el bosque de celuloide. Ante semejante esfuerzo titánico por plasmar una novela compleja a la gran pantalla, pareciera que sólo puede hacerse una reseña literaria –al material fuente, el libro de David Mitchell- para negar el valor del trabajo de los directores, que en esta se dan a la difícil tarea de hacer fluir seis historias distanciadas por décadas o siglos con personajes diferentes, con el logro supremo de evitar que el desarrollo se resienta. En sus casi tres horas que nada pesan, la narrativa es limpia y sin ripios. Se pasa con un correcto montaje de una época a la otra y la transición es perfecta, un aceitado mecanismo de relojería que se pone en marcha con firmeza sin descuidar el avance de la trama o dejar cabos sueltos en el crecimiento de sus protagonistas.
    En su deseo voraz de explotar al máximo la premisa de su film -que todo está conectado-, los Wachowski y Tykwer proponen una instancia extrema que es a la vez caballo de batalla y principal inconveniente: las múltiples interpretaciones. Reconocidas figuras se embarcan en una propuesta que demanda que se adentren, de acuerdo a la época que corresponda, en cinco o seis papeles diferentes. Más allá de que hay un maquillaje de primera puesto al servicio de todos, incluso de los roles mínimos o secundarios ( hay muchos que recién se descubren en los créditos), en ocasiones acaba por distraer. Lo que es una decisión cinematográfica brillante, con la continuidad de las almas que se vuelve explícita, acaba en hiperbolizar ciertos rasgos faciales para marcar diferencias, provocando que en ocasiones lo que se vea sea menos un personaje que un actor con prótesis –el Tom Hanks con dientes postizos del 1800 es el caso más notorio-. Así, el no terminar de introducirnos plenamente con lo que ocurre frente a las cámaras lleva a que ciertos pasajes simplemente sucedan, sin mayor impacto sobre el espectador.
    No obstante, no hay nada como Cloud Atlas. Más allá de la inconmensurable labor de sus protagonistas, que se sumergen por igual en papeles que quizás tienen segundos de pantalla, el profundizar en esta epopeya fílmica nos encuentra ante una cruza de géneros y estilos como nunca antes vista. Se salta de la comedia a un thriller de suspenso, pasando por un romance de época, por una trama política de ciencia ficción o por un drama existencial con algo de aventura. Perder de vista la grandeza de esta épica faraónica por poner en duda los cimientos filosóficos en los que se sostiene, es grave. Reclamar originalidad, autores y estilos propios, y no reconocerlos ni aunque estén frente a nuestros propios ojos, sería  mucho peor ya que existen otros directores que han simentado su carrera sin estilo propio (James Cameron), lo que a fin de cuentas es su estilo. Si saber contar una historia habla de una buena pelicula, acá estamos frente a una.


sábado, 4 de mayo de 2013

Mamá

   Mama es una película de terror hispano-canadiense dirigida por Andrés Muschietti y protagonizada por Jessica Chastain y Nikolaj Coster-Waldau. Fue estrenada en los Estados Unidos el 18 de enero de 2013. Fue producida por J. Miles Dale y Bárbara Muschietti, Guillermo del Toro oficia como productor ejecutivo. Está basada en el cortometraje en idioma español Mamá, el cual fue también realizado por Muschietti y estrenado en el año 2008. 
   Un hombre de negocios mata a varios de sus socios y a su distante exesposa y luego huye junto a sus dos hijas: la joven Victoria y la pequeña Lilly. Después de recorrer un remoto camino lleno de nieve, se estrella contra unos árboles y lleva a las niñas a una abandonada cabaña que encuentra cerca de ahí. Se prepara para matar a sus hijas y luego suicidarse, pero a último momento es asesinado por una extraña figura que habita la cabaña. Victoria mira la figura, pero solo divisa una sombra, ya que sus gafas se rompen en el accidente.
   Cinco años después, el tío de las niñas, Lucas (Nikolaj Coster-Waldau), sigue buscando a su hermano y a sus sobrinas en compañía de su novia, Annabel (Jessica Chastain). La búsqueda finaliza con el hallazgo del automóvil estrellado y las niñas en la cabaña. A esas alturas, Victoria y Lilly se comportan completamente como animales y son puestas en terapia psiquiátrica con el Dr. Dreyfuss (Daniel Kash). Existe una disputa legal por la custodia de las niñas entre Lucas y una adinerada tía por parte materna llamada Jean (Jane Moffat). La corte cuestiona la capacidad de Lucas y Annabel para criar a dos niñas en un pequeño apartamento, dadas sus necesidades especiales. Sabiendo que no podrá monitorear el progreso de las niñas si se van con su tía al otro lado del país, el Dr. Dreyfuss recomienda a Lucas y a Annabel como guardianes legales de las niñas con la condición de que se muden a un hogar especialmente acondicionado para realizar estudios psiquiátricos.
   De allí en adelante los sucesos que sería mejor no adelantar, varían desde lo policíaco, lo paranormal y el drama; y es quizás este último punto el que más extrañeza nos provoque y divida en opiniones. El suspenso de vieja escuela (con demasiados sustos de golpe, pero con poco suspenso), se mantiene acá tal vez como excesivo recurso, dando paso en los minutos finales a la sensacion de que algo se desvanece en una mezcla confusa de terror y drama que no termina de cuajar bien, dejando un leve gustillo de decepción  en su conclusión.
   A pesar de todo es un buen ejercicio de oficio, que tal vez debió centrarse un poco más en lo que sugería, y no tratar de abarcar tanto en tan poco metraje. Eso dejemoselo a los maestros.



Como aprender a apreciar una pelicula : Algo de historia básica

 El cine fue oficialmente inaugurado como espectáculo en París, el 28 de diciembre de 1895. Desde entonces ha experimentado una serie de cambios en varios sentidos. Por un lado, la tecnología del cine ha evolucionado mucho, desde el primitivo cinematógrafo mudo de los hermanos Lumière, hasta el cine digital del siglo XXI. Por otro lado, ha evolucionado el lenguaje cinematográfico, incluyendo las convenciones del género, creando así los géneros cinematográficos. En tercer lugar, ha evolucionado con la sociedad, surgiendo así distintos movimientos cinematográficos y cinematografías nacionales.
En Estados Unidos, el cine tuvo un éxito arrollador, por una peculiar circunstancia social: al ser un país de inmigrantes, muchos de los cuales no hablaban el inglés, tanto el teatro como la prensa o los libros les estaban vedados por la barrera idiomática, y así el cine mudo se transformó en una fuente muy importante de esparcimiento para ellos.
Oliendo este negocio, y basándose en su patente sobre el kinetoscopio, Thomas Alva Edison intentó tomar el control de los derechos sobre la explotación del cinematógrafo. El asunto no sólo llegó a juicio, de Edison contra los llamados productores independientes, sino que se libró incluso a tiro limpio. Como consecuencia, los productores independientes emigraron desde Nueva York y la costa este, donde Edison era fuerte, hacia el oeste, recientemente pacificado. En un pequeño poblado llamado Hollywood, encontraron condiciones ideales para rodar: días soleados casi todo el año, multitud de paisajes que pudieran servir como locaciones, y la cercanía con la frontera de México, en caso de que debieran escapar de la justicia. Así nació la llamada Meca del Cine, y Hollywood se transformó en el más importante centro cinematográfico del planeta.
Suele hablarse de cine mudo, de la época silente o muda, y esto no es del todo exacto aunque es cierto que las proyecciones no podían por sí mismas sino mostrar imágenes en movimiento sin sonido alguno. Pero las proyecciones en las salas iban acompañadas de la música tocada por un pianista o una pequeña orquesta y además comentada por la voz de un explicador, imprescindible figura que hacía posible que multitudes analfabetas o inmigrantes desconocedores del idioma entendieran la película. Además las productoras encargaban partituras originales para sus películas más prestigiosas, con lo que al cine ya sólo le faltaba hablar, pero se tenía ya la concepción de una obra creada entre la imagen y el sonido. El cine mudo, en realidad, mudo del todo, en cierto modo no era.
En esos años, la técnica de contar una historia en imágenes sufrió una gran evolución. Los primeros cineastas concebían al cine como teatro filmado. En consecuencia, los escenarios eran simples telones pintados, y se utilizaba una cámara estática. A medida que pasó el tiempo, los directores aprendieron técnicas que hoy por hoy parecen básicas, como mover la cámara (por ejemplo, el travelling) o utilizarla en ángulo picado, contrapicado), pero que en esa época eran ideas revolucionarias. También se pasó desde el telón pintado al escenario tridimensional, por obra especialmente de los filmes históricos rodados en Italia en la década de los años diez (Quo vadis? o Cabiria).
Dos cineastas fueron claves en este proceso. En Estados Unidos, David W. Griffith, con El nacimiento de una nación e Intolerancia, cambió el cine para siempre, hasta el punto que se afirma que con él nace de verdad el lenguaje cinematográfico. En la Unión Soviética, otro tanto realiza Sergéi Eisenstein, con películas claves como El acorazado Potemkin u Octubre, entre otras; a Eisenstein se le debe el llamado montaje de atracciones, que busca mezclar imágenes chocantes para provocar una asociación emocional o intelectual en el público. Gracias a ellos, y a los expresionistas alemanes ya mencionados, el lenguaje fílmico alcanza su madurez en la década de 1920.
El cine, como manifestación artística, cuenta con diversos movimientos o corrientes a lo largo del siglo XX. Las escuelas estéticas constituyen un conjunto de movimientos expresivos innovadores de la historia del cine. En algunos casos, supone la ruptura con los estilos anteriores, sobre todo del cine clásico de Hollywood, y en otros casos suponen un desarrollo de los estilos predecesores. El cine de Vanguardia, supone una ruptura en la narrativa del cine convencional.
En cuanto al cine, se diferencian tres etapas en el movimiento vanguardista. En primer lugar, se encuentra el cine impresionista, representado por Abel Gance y René Clair. En segundo lugar está el cine surrealista francés y el cine abstracto alemán. Por último, se halla el cine independiente o documental.

Los Naufragos de Alfred Hitchcock

   Lifeboat, conocido en castellano como 8 a la deriva (Argentina) y Náufragos (España) es la película número 32 dirigida por Alfred Hitchcock
   Fue rodada en Estados Unidos en 1944 y producida por los estudios Twenty Century Fox. El rodaje se llevó a cabo íntegramente en los estudios, añadiéndoles las correspondientes transparencias de mar y cielo.
La película fue incomprendida en su estreno y tras él Hitchcock se dedicó a contribuir al esfuerzo de guerra, dirigiendo dos películas propagandísticas.
   Un barco norteamericano es torpedeado por un submarino alemán. Los supervivientes logran refugiarse en un pequeño bote salvavidas: los supervivientes son una periodista de moda, Constance Porter (Tallulah Bankhead), un ingeniero (John Hodiak), un industrial adinerado (Henry Hill), una enfermera (Mary Anderson), un marino herido (William Bendix), un camarero negro (Canada Lee) y una mujer inglesa (Heather Angel) que lleva en brazos el cadáver de su hijo. La situación se hace más compleja con la llegada al bote de un capitán alemán.
   Una vez más el maestro del suspenso nos brinda una magnifica muestra de como hacer de cualquier evento una situacion especial de tension, en donde afloran nuestras pasiones mas ocultas y  nuestros verdaderos miedos tras las caretas que como sociedad nos creamos nosotros mismos.
    Es sin lugar a dudas un gran experimento visual y de estilo que no debe dejar de verse